Por: P. Sandro Jiménez (Parroquia Santa Cruz, Tábara Arriba, Azua).
Saludos mis amigos, ¿qué tal ha iniciado este mes de agosto? Como siempre, agradezco sobremanera el que hayan aceptado la invitación de venir a compartir esta humilde reflexión. Como de costumbre, nos dejamos acompañar por un cafecito bien caliente, esta vez café de pilón con un poco de nuez moscada.
El destacado psicoanalista Erich Fromm, en su texto “El arte de amar”, hace algunas aseveraciones que me parecen de lo más actual. Es como si estuviera hablando hoy para el hombre de hoy. De esas aseveraciones, dos puntos quiero compartir con ustedes. Esos dos puntos podemos nombrarlos como: a) el problema del amor y b) la capacidad de amar.
A) El problema del amor. Dice Erich Fromm que para muchos el problema del amor consiste fundamentalmente en ser amado, cuando debería ser en la propia capacidad de amar. De ahí que la gran preocupación es cómo ser digno de ser amado. Y para alcanzar ese objetivo se pueden seguir diferentes caminos. Algunos de esos medios, que algunos buscan para hacerse “merecedores” de ser amados son los siguientes:
– Tener éxito; utilizado más por los hombres.
– Ser atractiva; por medio del cuidado del cuerpo, las prendas de vestir y otros detalles. Este método es más común en las mujeres, aunque algunos amiguitos van entrando en esa competencia… (sin malicia).
– Popularidad; este elemento va muy unido a un sex-appeal, hoy común tanto en hombres como en mujeres, que raya en lo extremo.
Díganme ustedes si hay algo parecido con la realidad que muchos estamos viviendo o es cosa mía. Será que el café me ha retorcido un poco la capacidad de raciocinio o qué. Si son los efectos del café, lo siento por el padre Bernaldo. ¡ese sujeto si toma café, santo Dios!
B) La capacidad de amar. Para Fromm, no es rico el que tiene mucho, sino el que da mucho. Y cuando habla de dar, no solo hace referencia a lo material, sino esencialmente a darse a sí mismo. Aparte del elemento del dar, nuestro autor señala otros elementos propios del carácter activo del amor. Entonces, para nuestro autor, amar implica, entre otras cosas:
– Cuidado; para ejemplificar que el amor exige cuidado, Fromm se detiene el amor de una madre por su hijo. Cómo ese amor se traduce en cuidado, que a su vez es alimentar, asear, educar, mimar, etc. Desde esa óptica, “el amor es la preocupación activa por la vida y el crecimiento de lo que amamos”. Cuando falta dicha preocupación activa, no hay amor. Ese planteamiento contrasta con algunas patologías que algunos sujetos se atreven a llamar “amor”. Cuantos “amores” vemos ahora llenos de celos, narcisismo, egolatría, y otras aberraciones. En lugar “amor” tendríamos que llamarle más bien tendencia necrófila, amor a la muerte.
– Responsabilidad; es la respuesta a las necesidades de los demás, expresadas o no. En la etimología de la palabra responsabilidad, nos encontramos que viene del latín responsum, de ahí que se trata de la capacidad de responder. La persona que ama responde. Ustedes que están aquí ahora, aquellos a quienes dicen que aman ¿responden por ellos). Y aquellos que dicen que le aman, ¿responden por ustedes?
– Respeto; la responsabilidad pudiera degenerar en dominación y posesividad, si no fuera por el tercer componente del amor, el respeto. El respeto es la capacidad de ver a una persona tal cual es, tener conciencia de su individualidad. Como dijo el filósofo Miguel de Unamuno “cada uno es cada uno y tiene su cadaunada”. Entonces, si amar es respetar, significa preocuparse de que la otra persona crezca y se desarrolle tal como es. “Iʾamour est lʾenfant de la liberté”. (El amor es hijo de la libertad).
– Conocimiento; el cuidado y la responsabilidad son ciegos si no lo guía el conocimiento. El conocimiento del otro exige trascender la preocupación por mí mismo. En ese sentido conocer es amar. Conocerme y conocer al otro objetivamente para poder ver la realidad y dejar de lado las ilusiones, las imágenes deformadas de la realidad.
¿Se cumplen esos elementos en nuestros amores?
Ahí se lo dejo de tarea.
Feliz fin de semana.
Bendiciones!