La Habana
Cuba conmemoró este lunes su Día de la Liberación bajo el impacto de la peor ola de la covid-19, con restricciones que impiden celebrar actos masivos, y en medio de nuevas tensiones con Estados Unidos tras las inéditas manifestaciones de protesta de hace dos semanas.
Hoy se cumple el 68 aniversario de los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes en las respectivas provincias orientales de Santiago de Cuba y Bayamo ocurridos el 26 de julio de 1953, una de las fechas históricas más importantes del calendario «revolucionario» del país caribeño.
Esos hechos se recuerdan como la primera acción armada de la Revolución cubana encabezada por el fallecido líder Fidel Castro (1926-2016) junto a más de un centenar de jóvenes seguidores, con el fin de iniciar una insurrección popular contra el régimen de Fulgencio Batista (1952-1958).
Las limitaciones de la pandemia en un momento de altas cifras de contagios han obligado a mantener suspendidos los tradicionales actos conmemorativos por la efemérides oficial, aunque desde diversos puntos del país se reportaron actividades en versión reducida, así como entregas de obras de construcción sociales y recordatorios desde las redes sociales.
El presidente de la isla, Miguel Díaz-Canel, felicitó a los cubanos desde su cuenta de Twitter y realizó un llamado «a la paz, al trabajo, a la unidad y a juntos avanzar».
Además mantuvo un intercambio con un centenar de jóvenes estudiantes tras participar en labores de cosecha de vegetales en una granja de agricultura urbana ubicada en la barriada habanera de Fontanar, según reportó la estatal Agencia Cubana de Noticias (ACN) y la web Cubadebate.
Tras recoger estiércol y plantar hortalizas frente a las cámaras de los medios estatales, el gobernante cubano se refirió allí a una hoja de ruta para el país que incluye la aprobación de leyes, el diálogo con la población y una mejor gestión de la administración pública y empresarial.
«Hay que darle desde el Gobierno una nueva visión a un grupo de políticas públicas relacionadas con los jóvenes ligadas a los proyectos que ellos propongan, y seguir propiciando espacios de diálogo para que puedan llegar a las instituciones y plantear sus inquietudes», señaló.
También se refirió a los sucesos del pasado 11 de julio cuando ocurrieron manifestaciones antigubernamentales en distintas localidades de la isla para protestar por la escasez de alimentos, medicinas y cortes del servicio eléctrico, con la participación de jóvenes universitarios.
En ese sentido, Díaz-Canel negó que esos estudiantes vayan a ser separados por los hechos del 11-J y dijo que «todos ellos se van a incorporar a sus universidades, las que nunca han sido exclusivas para revolucionarios o no revolucionarios. Lo que sí aspiramos es que la formación sea revolucionaria».
El mandatario anunció que para el próximo agosto hay una agenda de intercambio planificada con estudiantes, artistas, líderes religiosos y científicos.
En los últimos días los principales medios de prensa oficialistas han dedicado espacios destacados a resaltar los sucesos de las fallidas acciones del 26 de julio de 1953, en las que murieron la mayoría de los jóvenes asaltantes y los que sobrevivieron fueron detenidos, enjuiciados y condenados a prisión. Fidel Castro fue indultado 22 meses después.
Fuente: LD