Por Rafael Acosta
San Juan de la Maguana.- Con la escenificación de cuatro advocaciones marianas la parroquia Santísimo Redentor celebró este domingo 30 de mayo el día de las madres.
Las advocaciones que fueron interpretadas por cuatro niñas de la referida parroquia en San Juan de la Maguana fueron Ntra. Sra. De Fátima, Ntra. Sra. De las Mercedes, Ntra. Sra. De la Altagracia y Ntra. Sra. Del Sagrado Corazón.
A continuación las advocaciones de la Virgen María:
Nuestra Señora de Fátima
De acuerdo con los relatos que reposan en los documentos del Vaticano, el 13 de mayo de 1917 los primos pastones Lucía, Jacinta y Francisco se encontraban en el campo en el área de Cova de Iría, en la región de Fátima, en Portugal, cuando empezó una fuerte lluvia que los obligó a resguardarse en unas cuevas cercanas.
Mientras esperaban que la lluvia parara, los niños aseguraron haber visto una luz blanca que se escondía detrás de los árboles y al acercarse vieron una mujer vestida de blanco con un rosario en las manos, la mujer, según contaron, era la Virgen María. La virgen les pidió a los niños que regresaran al mismo lugar el día 13 de cada mes y les dijo que les revelaría tres secretos importantes sobre el futuro de la humanidad.
Los niños corrieron a contarles a todos los habitantes del pueblo y, como lo habían prometido, regresaron los 13 de cada mes. Según los relatos que escribió Lucía Dos Santos, una de las niñas pastoras que presenció la visión, la virgen les dijo a sus primos, Francisco y Jacinta Marto, que morirían pronto, profecía que se cumplió, pues los dos hermanos fallecieron antes de cumplir los 10 años debido a la epidemia de la gripa española y con solo dos meses de diferencia.
Durante sus apariciones, la virgen le pidió a los niños que rezaran el rosario siempre y añadieran, al final de cada misterio la frase: “Oh Jesús perdónanos por nuestros pecados, líbranos del fuego y del infierno y lleva al cielo a todas las almas, especialmente las más necesitadas de tu Divina Misericordia”
Los tres secretos de Fátima
En los relatos de Lucía, que se convirtió en monja y vivió hasta el 2005, la virgen les reveló tres secretos en sus apariciones y les pidió que construyera una capilla en el lugar de los hechos.
En el primer secreto, la virgen les mostró la visión del infierno y lo que les espera a las personas después de la muerte si no se arrepienten de sus pecados.
Lucia escribió que: “Los demonios se distinguían por sus formas horribles y asquerosas de animales espantosos y desconocidos, pero transparentes y negros”.
El segundo secreto fue una predicción del final de la Primera Guerra Mundial y el comienzo de la Segunda, durante el papado de Pío XI. “La guerra va a acabar, pero si no dejan de ofender a Dios en el reinado de Pío XI comenzará otra peor”, fueron las palabras de la Virgen, según escribió Dos Santos. “Dios va a castigar al mundo por sus crímenes por medio de la guerra, el hambre y las persecuciones a la Iglesia y al Santo Padre”.
El tercer secreto continúa siendo un misterio y muchos lo han interpretado desde diferentes hechos que han ocurrido en la historia reciente. De acuerdo con Lucía, la virgen describió un ángel con una espada de fuego en la mano izquierda pidiendo penitencia con una fuerte voz y al Papa, con varios clérigos, escalando una montaña y siendo matados después por las balas y flechas de soldados. “Bajo los dos brazos de la cruz estaban dos ángeles. Cada uno con una jarra de cristal en las manos, recogiendo en ellos la sangre de los mártires”, explicó Dos Santos.
Muchos han tratado de interpretar esta última revelación y aseguran que ha sido la transformación de la iglesia en los últimos años y las revelaciones de la pederastia. Otros suponen que tiene que ver con el atentado al papa Juan Pablo II.
Nuestra Señora de la Altagracia
Nuestra Señora de la Altagracia o Virgen de la Altagracia es una advocación mariana católica considerada como la «madre protectora y espiritual del pueblo dominicano».
La devoción de Altagracia
La devoción de Nuestra Señora de la Altagracia se inició en Higüey y se fue extendiendo al paso de los años hasta convertirse en nacional, y formar parte de la identidad de los dominicanos. Esa devoción se manifiesta como la principal peregrinación del pueblo.
Según el historiador dominicano Alejandro Paulino Ramos, la devoción altagraciana se inició a mediados del siglo XVI en La Española, tanto en el área de Santo Domingo como en la entonces villa de Higüey.
El historiador resalta el hecho de que el día principal de su devoción era en ese momento el 15 de agosto, debido a que en dicha fecha fue traída la imagen de la Altagracia a la isla y que el mismo se debía celebrar en la ciudad del Este porque, de acuerdo con las tradiciones, era el lugar donde Dios quería que ella estuviese, aunque otros afirman que fue el lugar donde los hermanos Trejos se alojaron desde su llegada a la isla. Según Mons. Ramón Benito, es la versión de los hermano Trejo que parece la más lógica porque, “ellos viene de Extremadura; allí es popular la Altagracia; se sabe que al dejar la patria cada uno llevaba consigo la devoción lar de su región; estos dos hermanos se establecieron en el Higüey de la Isla Española; allí llevaron la imagen de la Virgen de su devoción”
La imagen de la Virgen de la Altagracia
La imagen de Nuestra Señora de la Altagracia representa la escena del Nacimiento de Jesús en el Pesebre de Belén, donde se destaca la maternidad de la Virgen. En el cuadro se encuentra la Estrella de Belén, la cual tiene ocho puntas y simboliza el cielo y tiene dos rayos extendiéndose hacia el pesebre, en el cual Dios está bendiciendo a su hijo Jesús. Por encima de la Virgen hay doce estrellas, las cuales representan las tribus de Israel y, a la vez, los 12 Apóstoles de Jesús. Alrededor de María hay un resplandor, el cual puede ser encontrado con más detalle en Apocalipsis 12:1.
La Altagracia lleva una corona en su cabeza por ser la Reina del Cielo, y un velo sobre la cabeza porque está casada con José. Está vestida de rojo, blanco y azul, el rojo, según los expertos, lo lleva porque es un ser humano pulcro, el blanco por ser una mujer sin pecado concebido y el manto azul porque «el poder del Altísimo vendrá sobre ti» y porque ella es la reina de los cielos. Delante de la Madre se encuentra el Niño Jesús, desnudo, dormido sobre pajas y bien detrás está San José, vestido con una capa roja y una vela en su mano izquierda.
Llama la atención la figura de María en actitud de adoración, con sus manos unidas en forma de arco. Sobre su pecho se distingue una especie de rayo blanco en forma de triángulo —expresión del nacimiento virginal de Jesús— que sube desde el pesebre donde duerme el niño hasta casi los hombros de la Madre.
El rostro de María se muestra sereno, con los ojos bajos, sin indicar ni seriedad ni tristeza, sino más bien alegría y paz, en una actitud de meditación. Su cabeza está cubierta con un velo azul oscuro que le llega hasta los hombros y con una corona de perlas, símbolo de su condición de reina, por ser la Madre del Rey y alrededor doce estrellas, que representan a la Iglesia católica, fundada sobre los Doce Apóstoles. Detrás se destaca una gran estrella, la misma que acompañó a los Magos, para darles a conocer al Salvador. Su manto está salpicado de dieciséis pequeñas estrellas. Detrás hay una columna, que significa que la cueva o pesebre del nacimiento es un templo porque allí habita Dios mismo, el niño Jesús.
Honores a la Virgen de la Altagracia, Basílica de Higüey.
El peregrinaje y celebración de la festividad de Nuestra Señora de la Altagracia data del período colonial.
En el siglo XX, Nuestra Señora de la Altagracia fue coronada dos veces: por el papa Pío XI y por el papa Juan Pablo II. Su primera coronación fue el 15 de agosto de 1922, cuando el pontífice Pío XI se encontraba en la República Dominicana. En 1924 el Congreso decretó la celebración de Nuestra Señora de la Altagracia como fiesta nacional el día 31 de enero. El 31 de octubre de 1927, el papa Pío XI la declaró festividad de la Iglesia, a través de un breve apostólico.
Durante la primera visita del papa Juan Pablo II el 25 de enero de 1979 bendijo el Santuario de la Altagracia (hoy Basílica de Higüey) y el 12 de octubre de 1992 en su segunda visita al país, Juan Pablo II coronó personalmente a la imagen de la Virgen de la Altagracia con una diadema de plata sobredorada.
Nuestra de las Mercedes
Patrona de cárceles e instituciones penitenciarias así como de los cautivos.
La Santísima Virgen de Las Mercedes se le apareció a San Pedro Nolasco, en 1218, recomendándole que fundara una comunidad religiosa que se dedicara a auxiliar a los cautivos que eran llevados a sitios lejanos. … San Pedro Nolasco y sus frailes muy devotos de la Virgen María, la tomaron como patrona y guía. Esta advocación mariana nace en España y se difunde por el resto del mundo.
San Pedro Nolasco, inspirado por la Santísima Virgen, funda una orden dedicada a la merced (que significa obras de misericordia). Su misión era la misericordia para con los cristianos cautivos en manos de los musulmanes.
Muchos de los miembros de la orden cambiaban sus vidas por la de presos y esclavos. Fue apoyado por el rey Jaime el Conquistador y aconsejado por San Raimundo de Peñafort.
San Pedro Nolasco y sus frailes muy devotos de la Virgen María, la tomaron como patrona y guía. Su espiritualidad es fundamentada en Jesús el liberador de la humanidad y en la Santísima Virgen, la Madre liberadora e ideal de la persona libre.
Los mercedarios querían ser caballeros de la Virgen María al servicio de su obra redentora. Por eso la honran como Madre de la Merced o Virgen Redentora.
Desde el año 1259 los padres Mercedarios empiezan a difundir la devoción a Nuestra Señora de la Merced (o de las Mercedes) la cual se extiende por el mundo.
Es en ese contexto que una de las imágenes de gran devoción en República Dominicana, y la más antigua es la de Nuestra Señora de las Mercedes.
La ciudad de Santo Domingo fue severamente afectada por el terremoto del 8 de septiembre de 1615, y entonces el Cabildo de Santo Domingo declaró a la Virgen de las Mercedes “Patrona de La Española”. En 1740, por Real Cédula, su festividad fue cambiada para el 24 de septiembre. Con la Independencia Nacional, en 1844, la Virgen de las Mercedes fue declarada Patrona de la República Dominicana.
Nuestra Señora del Sagrado Corazón
Nuestra Señora del Sagrado Corazón es una advocación mariana, título otorgado a María (madre de Jesús) por el Padre Julio Chevalier en 1857. María muestra el corazón de su hijo mientras Jesús señala a su madre.
En 1854, en Issoudun (Francia), durante la novena de la Inmaculada Concepción, el padre Julio Chevalier promete que si su sueño de formar una congregación misionera en honor al Sagrado Corazón de Jesús se hace realidad, enseñará a los fieles amar a María de una manera especial.
Art. III.- En testimonio de gratitud hacia María, la considerarán como su Fundadora y su Soberana, la asociarán a todas sus obras y la harán amar de un modo peculiar
Promesa de Chevalier con María
Durante las diversas novenas realizadas a la Virgen María, Chevalier obtiene varias donaciones económicas que le permiten construir la Basílica de Nuestra Señora del Sagrado Corazón en Issoudun (Francia) y en 1857 consolida su Cofradía y da a María el nuevo nombre:
Al pronunciar este nombre, agradecemos y glorificamos a Dios, porque ha escogido a María entre todas las criaturas para formar en su seno virginal el Corazón adorable de Jesús. Reconocemos mediante este título especial, resumen en cierto modo de los demás títulos de María, el inefable poder que el dulcísimo Salvador le ha concedido sobre su Corazón adorable. Suplicamos a esta compasiva Madre que nos conduzca al Corazón de su Hijo… Como el poder de María sobrepasa cuanto nuestra débil razón puede concebir, y Jesús escucha siempre las humildes súplicas y ruegos de su Madre, le confiaremos el éxito de las causas difíciles y desesperadas…
Julio Chevalier creó en 1861 una vidriera donde aparece María y Jesús de pies, el niño toca con la mano izquierda su corazón y con la derecha señala a su madre en alto enviando el mensaje que por medio de María los fieles pueden llegar al corazón de Jesús. En 1868 el Papa Pio IX bendice un par de coronas las cuales se colocan en la vidriera de Nuestra Señora del Sagrado Corazón y la Congregación se convierte en una Archicofradía. A finales del Siglo XIX se propaga esta devoción por América y Europa por lo que El Vaticano decide hacer cambios en la imagen, e inicia la representación del Sagrado Corazón de Jesús siendo todavía un niño y en brazos de su madre, mientras María muestra el corazón de su hijo.
Misa por el día de las madres y la Santísima Trinidad

Al finalizar la actividad el sacerdote Manuel Segura, párroco de la iglesia Santísimo Redentor junto a Diáconos, presidentes de asamblea, religiosas y la feligresía celebraron la misa dominical a las 8:30 de la mañana en el día de la Santísima Trinidad.
En el sermón de la celebración eucarística el presbítero además de hablar de Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo aprovechó para felicitar a todas las madres del mundo en especial las dominicanas y las de su parroquia además de resaltar las cualidades de las madres.
El último domingo de mayo en la República Dominicana celebra el día de las madres.
La Parroquia Santísimo Redentor en San Juan de la Maguana, Rep. Dominicana es dirigida por los Misioneros del Sagrado Corazón de Jesús.
Oraciones a la Virgen María bajo estas cuatro advocaciones:
Oración a la Virgen de Fátima
Oh Virgen Santísima, que apareciste repetidas veces a los niños; yo también quisiera verte, oír tu voz y decirte: Madre nuestra, llévanos al Cielo. Confiando en tu amor, te pedimos que nos alcance de tu Hijo Jesús una fe viva, inteligencia para conocerle y amarle, paciencia y gracia para servirle a Él a nuestros hermanos, y un día poder unirnos contigo allí en el Cielo.
Te pedimos de un modo especial por la conversión de los pecadores, la salud de los enfermos y la paz del mundo; por los niños, para que nunca les falten los auxilios divinos y lo necesario para sus cuerpos, y un día conseguir la vida eterna.
Amén.
Oración a Nuestra Señora de la Altagracia
! Oh, Madre de la divina sabiduría y por eso Madre de Dios de Altagracia! Postrados a tus pies éste pueblo tuyo viene a pedirte dos gracias con esta oración.
La primera es una alta gracia de grande honra y gloria para la tierra, pues es la exaltación de la santa fe católica, la extirpación de las herejías, la paz y concordia entre los príncipes cristianos, las victorias contra los infieles y la rendición de los cristianos cautivos.
La segunda es la gracia justificante para este pueblo y para el mundo en estos momentos difíciles de pandemia.
Por tu mano, Señora, espero esta misericordia, para que después de servirte en esta vida, lleguemos a gozar en la otra de la Divina Gracia.
Amén.
Oración a Ntra. Sra. De las Mercedes
Oh, Nuestra Señora de las Mercedes, inmaculada madre de Jesús, querida y comprometida madre de todos, tú que haces posible lo imposible, lava todo el pecado de nuestras almas para que seamos dignos de servirte, no nos desampares y escucha hoy todas nuestras peticiones.
Santísima y gloriosa Virgen María de las Mercedes, señora de los desamparados, protectora de los afligidos y de los cautivos, nuestras almas se regocijan ante tu poder para que puedas brindarnos la protección que tanto necesitamos; por eso hoy te rezamos a ti con nuestras más profunda devoción por todos los enfermos, especialmente los del covid, para poder alcanzar tu misericordia.
Amén.
Oración a Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús
Acuérdate Nuestra Señora del Sagrado Corazón, de las maravillas que Dios hizo en ti. Te escogió como Madre de su Hijo a quien seguiste hasta la cruz.
Te glorificó con Él, escuchando con agrado tus plegarias por todos los hombres.
Llenos confianza en el amor del Señor y en tu intercesión, venimos contigo a las fuentes de su corazón de donde brotan para la vida del mundo, la esperanza y el perdón, la fidelidad y la salvación. Nuestra Señora del Sagrado Corazón: Tú conoces nuestras necesidades, habla al Señor por nosotros y por todos los hombres. Ayúdanos a vivir en su amor, para eso, alcánzanos las gracias que le pedimos y las que necesitamos. Tu petición de Madre es poderosa: Que Dios responda a nuestra esperanza. Amén.